Aire Atrapado en el Concreto: El Enemigo Silencioso de la Resistencia

El concreto es un material que exige precisión. Una pequeña variación en su mezcla, transporte o colocación puede afectar directamente su desempeño estructural. Uno de los problemas más comunes—y menos visibles— es el aire atrapado, que surge cuando el concreto no se mezcla, bombea o compacta correctamente. Aunque pueda parecer un detalle menor, el exceso de aire dentro de la masa reduce su densidad, debilita su resistencia y puede comprometer la durabilidad de toda una obra.
Causas del aire atrapado en el concreto
El aire atrapado se produce cuando, durante la mezcla o colocación, pequeñas burbujas quedan encerradas dentro del concreto sin la posibilidad de salir. Algunas de las causas más frecuentes son:
● Exceso de revoluciones en la olla mezcladora: un movimiento constante o demasiado prolongado puede incorporar aire de forma innecesaria, afectando la uniformidad de la mezcla.
● Dosificación inadecuada de aditivos plastificantes o aire antes: un error común en planta que altera la relación agua-cemento y genera vacíos internos.
● Vibrado insuficiente o mal aplicado en obra: si la compactación no se realiza correctamente, el concreto no libera el aire atrapado, dejando burbujas que reducen su resistencia.
● Altura excesiva al descargar el concreto: durante el colado, una caída desde gran altura puede introducir aire, especialmente en elementos delgados o de alta densidad.
Estos errores —aparentemente pequeños— se suman para crear un concreto con menor capacidad estructural y mayor vulnerabilidad frente a la humedad, la compresión o los ciclos térmicos.
Cómo identificarlo visualmente
Un concreto con aire atrapado suele presentar:
● Cavidades o poros visibles en la superficie una vez fraguado.
● Bordes con textura irregular o burbujeante.
● Disminución de peso o densidad perceptible en elementos estructurales similares.
● Fallas prematuras en pruebas de compresión o al someter el concreto a cargas.
Reconocer estas señales a tiempo permite corregir los procesos antes de repetir el error en etapas posteriores de la obra.
Prevención: el verdadero control de calidad comienza en la planta
Prevenir el aire atrapado requiere coordinación, técnica y supervisión constante:
● Mantener control de revoluciones y tiempos de mezclado en planta.
● Verificar dosificaciones exactas de aditivos y agua.
● Aplicar vibrado controlado en obra, evitando tanto la falta como el exceso.
● Supervisar la temperatura del concreto y el tiempo de traslado para evitar alteraciones en su comportamiento.
Un proceso correctamente gestionado no solo garantiza un concreto de alta resistencia y durabilidad, sino también una obra más eficiente y rentable.
Conclusión
El aire atrapado es un enemigo invisible que nace del descuido y la falta de control técnico. La diferencia entre una estructura duradera y una con fallas prematuras depende de la atención al detalle en cada etapa: desde la planta hasta el colado final.
En CUCMEX, aplicamos controles precisos en cada proceso de producción y supervisión, asegurando que cada mezcla de concreto premezclado cumpla con los más altos estándares de calidad, resistencia y eficiencia en obra. Porque la excelencia estructural no se improvisa: se controla, se mide y se entrega con precisión.

